¡Buenos días a todos! Esta semana comienzan el cole muchos niños y niñas de toda España. Y como cada año las aulas infantiles se convierten en un mar de lágrimas tanto para padres y madres, profesores y, sobre todo, los niños. Que sufren como de un día para otro pasan de estar en sus casas siendo los reyes a estar en un aula, ya sea de una escuela infantil como de un colegio, con más niños que lloran sin parar y con adultos que los llaman por su nombre pero no saben quienes son. Además sus padres se han ido y no saben si volverán. Un auténtico drama.
Por eso en casi todos los colegios y escuelas infantiles existe el famoso periodo de adaptación, que suele durar entre una semana hasta 10 días o dos semanas completas. Por lo tanto, el periodo de adaptación sería el proceso de transición mediante el cual el bebé o el niño tiene que abandonar su entorno familiar (y de la seguridad y confianza que le proporciona) para ir adaptándose y descubriendo poco a poco el nuevo medio que sería la escuela infantil o el colegio.
¿Qué vivimos en el periodo de adaptación?
Debemos tener en cuenta que lo que vivamos (todos los implicados, pero en particular los niños) en esta etapa serán procesadas en la memoria afectiva durante bastante tiempo, por lo tanto, es importante que prestemos atención y las cuidemos.
Por eso, es importante, siempre que sea posible la conciliación familiar-laboral de los padres, que la incorporación sea progresiva. De esta forma, el choque no será tan brusco y podrán ir asimilando progresivamente la nueva situación.
Hay colegios o escuelas infantiles en los que es posible que los propios padres puedan acompañar un rato al pequeño en el aula (al menos los primeros días), porque así las presentaciones con el nuevo entorno, incluso con los maestros, serán más naturales si se hacen acompañados de papá o mamá.
Uno de los puntos que deben de tener en cuenta los coles o escuelas infantiles es que las aulas estén preparadas para que este periodo sea lo más fácil para todos. El ambiente debe ser acogedor y las actividades relacionadas con el aspecto afectivo, principalmente. Además, el educador siempre debe estar accesible para los pequeños.
Antes de que nos demos cuenta veremos como se van adaptando. Lo notaremos cuando comience a mostrarse lo bastante seguro como para enseñar su mundo emocional, cuando muestra y acepta el afecto.
Es normal que durante este tiempo el niño dé marcha atrás en algunas etapas que ya pensábamos ganadas: el sueño, el control del esfínter o incluso la alimentación. Suele ser algo pasajero así que debemos ser comprensivos y tratarlo con cariño.
Cómo actuar ante este periodo de adaptación
- Lo ideal es que antes de que comience la escuela, hablemos de ella, de los profesores, de los nuevos amigos que van a conocer y tener, de las cosas que hay dentro del aula y de todo lo que van a aprender.
- Los primeros días deben ser tranquilos por nuestra parte, mostrar paciencia, seguridad y acompañarles en todo momento. Por lo tanto la llegada a la escuela debe ser sin prisas para que el niño no sienta sensación de abandono. Por eso la despedida, o el momento de decir adiós, debe ser lo más corto posible.
- Aunque eso sí, siempre debemos despedirnos y no desaparecer por arte de magia.
Pero lo cierto es que es un tiempo que pasa y que no debemos agobiarnos pensando que será así todo el curso (tanto si somos maestros, como padres), antes de que nos demos cuenta los niños irán encantados al colegio.
Con nuestra agenda digital para escuelas infantiles, la gestión de estos periodos de adaptación será mucho más fácil ya que la comunicación entre padres y escuela será más fluida y entre todos sabremos cómo está llevando cada niño este proceso para poder ayudarlo desde ambos lados.
