Desde Kids&Clouds, la agenda digital para escuelas infantiles, en esta ocasión queremos hablaros sobre la inteligencia emocional, la importancia que tiene trabajarla desde temprana edad y cómo ponerla en práctica dentro del aula.
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es la capacidad que tenemos para reconocer, entender y manejar nuestras emociones, y las de las personas a nuestro alrededor. De esta forma, se facilitan las relaciones interpersonales, la obtención de metas, el manejo del estrés y la resolución de problemas.
Tener inteligencia emocional es estar sintonizado con nuestras propias emociones y el impacto que estas tienen en nosotros y quienes nos rodean, así como el impacto que las emociones de los demás tienen en nosotros y la empatía que demostramos hacia las personas cuando estos manifiestan descontento, felicidad, rabia, aburrimiento, tristeza, etc.
La importancia de trabajar la inteligencia emocional en infantil
Desde que un bebé llega al mundo, interactúa y participa con el entorno que le rodea. Durante el crecimiento, estas acciones de interacción son repetitivas, haciendo que cualquier sonido, gusto, olor o imagen estimule los sentidos del niño o la niña, lo que les lleva a que esas situaciones sean aprendidas una vez percibidas.
Dentro de las muchas situaciones a las que se enfrenta un niño o una niña durante su crecimiento, están las emociones de las personas que componen su entorno, haciendo que las diferentes situaciones emocionales cobren un papel fundamental dentro del propio desarrollo. De ahí su importancia, ya que el aspecto emocional se considera una necesidad del niño o la niña que debe ser cubierta adecuadamente.
Es por todo esto que los niños y niñas deben aprender las diferentes emociones que pueden percibir en las situaciones de interacción, y también, los sentimientos que provocan. Es imprescindible trabajar las emociones con niños y niñas, educando y trabajando con inteligencia emocional conseguiremos que sepan identificar cada una de las emociones, pero sobre todo, saber qué emoción puede aparecer ante una situación, es decir, dar nombre a una emoción y ubicarla en un contexto determinado.
La práctica de la inteligencia emocional no sólo corresponde a la familia, sino también a la escuela, haciendo que una de las tareas de los docentes sea educar con inteligencia emocional. Si trabajamos esto en el aula obtendremos numerosos beneficios en la práctica educativa con nuestros alumnos.
Destacamos que la adquisición de competencias emocionales prepara al niño para la vida, le permite estar atento y poder defenderse de posibles peligros sociales que le puedan acontecer.
Los alumnos que desarrollan una adecuada inteligencia emocional poseen confianza en sus capacidades. Crean y mantienen relaciones satisfactorias, comunicando lo que necesitan, piensan y sienten, teniendo en cuenta los sentimientos de los otros. Están motivados para explorar, afrontar desafíos y aprender, poseen una autoestima alta y tienen un mayor número de recursos para la resolución de conflictos. Algo que influye de forma positiva en todas las áreas de su vida.
¿Cómo trabajar la inteligencia emocional dentro del aula?
Por todo lo que hemos comentado anteriormente, es imprescindible trabajar las emociones en el aula, con actividades específicas para ello y durante todos los ejercicios que realicen, ya que la inteligencia emocional está presente siempre, y cualquier situación que se presente puede ser buena para hacer que el niño o la niña entienda y aprenda a controlar e identificar sus emociones.
A menudo vemos en la escuela como niños y niñas tienen dificultades para reconocer y gestionar las diferentes emociones. Les cuesta ponerse en el lugar del otro, hablar y compartir opiniones de una manera asertiva… No saben cómo identificar las emociones, cómo reconocerlas y cómo gestionarlas, de hecho, no es tarea fácil.
Para los niños adquirir y desarrollar una buena Inteligencia emocional es imprescindible, por eso en este post Kids&Clouds quiere darte algunas ideas de como hacer que en tus clases se trabaje la inteligencia emocional.
El juego
El juego es el mecanismo diseñado por la propia naturaleza para empujar al niño o la niña a aprender, así como un gran medio para practicar habilidades y capacidades. Debe estar presente siempre en todas las actividades, lo ideal es presentarle todo a los niños como un juego y así poder aprender de una forma más eficiente.
Un buen ejemplo de juego que podemos realizar con los niños es un «teatrillo de emociones», el que los peques tendrán que interpretar diferentes estados de animo.
Los cuentos
Las historias o cuentos, ofrecen a los niños un marco de entrenamiento emocional sin igual, pues el lector puede vivir experiencias emocionales muy diversas pero desde una distancia de seguridad que le permite sentir sin riesgos. Los cuentos permiten la introspección, la autoconciencia y el autoconocimiento. Además siempre es más fácil hablar de lo que les pasa a los demás, que hablar de lo que le pasa a uno mismo.
A través de un cuento puedes hacer que los niños comprendan alguna emoción básica y empaticen con su protagonista. Os damos alguna idea de la infinidad de cuentos de emociones que podemos encontrar:
Estas son dos buenas metodología de cómo trabajar la inteligencia emocional en el aula, pero las emociones deben estar siempre presentes, como hemos dicho anteriormente, porque con edades tan tempranas, puede surgirnos cualquier situación inesperada perfecta para trabajar con un niño o niña en concreto o para crear una dinámica de grupo.
Por supuesto a esto debemos añadir nuestra interacción respetuosa y amorosa. Somos su ejemplo, el espejo en el que se miran. Por eso es importante empezar por uno mismo y trabajar nuestras emociones y habilidades (sociales, personales y emocionales), para luego poder ayudar a los niños a trabajar las suyas.
Como siempre, esperamos que os haya gustado y servido de ayuda nuestro artículo. ¡No te pierdas el siguiente! en Kids&Clouds, tu agenda digital, estamos atentos a vuestras necesidades. Un saludo, hasta el siguiente post.
