Muy buenas a todos. Comienza por fin el otoño y después de un mes de locos en el que nos encontramos la vuelta al cole y periodos de adaptación interminables, por fin volvemos a la amada rutina y los horarios normales. Pero eso significa enfrentarnos a nuevos retos que nos asaltan en este nuevo curso, entre ellos, para los más peques, aprender a dejar el pañal de forma exitosa.
Este proceso puede ser bastante frustrante tanto para padres, como para los niños e incluso para los maestros y maestras. Sin embargo, el control del esfinter no deja de ser un proceso natural de cualquier ser humano aunque no haya una edad exacta en la que poder apoyarnos, pero está claro que a los 18 años, ningún niño sano y sin problemas físicos o psicológicos, lleva pañal.
Teniendo claro también que cada persona y cada ritmo de ésta es un mundo, no podemos presionar ni obligar a que un niño deje el pañal y sobre todo, no hacerlo de forma respetuosa y natural.
Algunos consejos para ayudar a que dejen el pañal
Debemos tener claro por tanto que dejar el pañal, primero, no es una cuestión de edad, ni tampoco es una competición. Además, para sorpresa de muchos, el verano no es el mejor momento para dejar el pañal simplemente porque sea verano, volvemos a decir que cada niño es un mundo.
Ante los cambios como la llegada de un hermano, el comienzo del cole, cambio de rutina… es normal que nuestro peque vuelva a dar pasos hacia atrás. Pero debemos intentar no desfallecer, ya que el proceso de aprendizaje no es una línea recta si no que se crea a través de repetición, mucha práctica y también el error.
Algunas ideas serían:
- Crea un ambiente propicio con todo lo necesario para que se sienta cómodo, lo más importante es que lo tenga todo a su alcance.
- Para que todo el proceso sea independiente, es importante dotarle de ropa que sea fácil de poner y quitar, sin bodys, botones, cremalleras o petos…).
- Importante no premiar ni castigarlo cuando lo haga bien o mal, aunque sí puedes alabarlo cuando lo haga bien y mostrarle mucho cariño en ambos casos para que no reciba rechazo en ningún momento.
- Poco a poco podemos ir creando rutinas ya que el cuerpo es sabio y se parece a un reloj, la misma rutina que tiene el adulto nada más levantarse o acostarse puede ayudar y beneficiar al más pequeño.
